Detalles del proyecto
Resumen
El virus Chikungunya es endémico en partes de África Occidental, donde parece que se mantiene en un ciclo que involucra a los seres humanos, mosquitos Aedes, primates y tal vez otros animales. Los análisis serológicos en habitantes de dichas regiones, han identificado anticuerpos para CHIKV en un 35 a 50% de la población en ausencia de brotes reconocidos.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia ante la llegada del CHIKV se esperaba una fuerte reacción, no solo porque cuenta con 958 municipios con temperatura óptima para que viva el vector que lo transmite, sino debido a que la población nunca había estado expuesta a ese virus. Predicción que se cumplió. Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS) facilitados por la Defensoría del Pueblo, en Colombia a diciembre de 2014 se habían registrado casi 70.000 casos de personas infectadas con el CHIKV desde el mes de julio, cuando se confirmó el primer infectado en el país (1). Conforme avanzó el virus, la tendencia hacia el aumento de los casos, a finales de 2015, se habían reportado aproximadamente 450.000 casos de Chikunguña de acuerdo al INS, de allí la preocupación entre la comunidad y autoridades de salud, por el impacto no sólo sub agudo, sino crónico de la entidad en el país.
Un número importante de pacientes comienza la fase crónica de la enfermedad entre 10-15 días después de la infección y en algunos de ellos puede durar hasta 3 años. Reportes aislados en pequeñas poblaciones y series de casos en áreas endémicas han identificados cepas del CHIKV inductoras de trastornos artríticos (CC). Este cuadro clínico se manifiesta en forma de poliartritis/poliartralgia persistente, acompañada de rigidez matutina, astenia, dolor y debilidad articular y muscular; siendo la principal manifestación la artritis. Un estudio de cohorte retrospectivo en 199 pacientes (2) describe una alta frecuencia de manifestaciones clínicas prolongadas post-infección por CHIKV, con impacto en la calidad de vida y el consumo de recursos sanitarios en comparación con la de una población no expuesta, más de 1 año post-infección (Pl). Otro estudio, con seguimiento hasta tres años Pl, evidencia discapacidad crónica articular hasta en el 55% de los pacientes a los 2 años de seguimiento, concluyendo que la discapacidad generada es similar a la de un paciente con Artritis Reumatoide (AR) (3). Otras investigaciones reportan un compromiso persistente en el 10% de los pacientes a 3 años Pl (4).
La causa fisiopatológica de la persistencia y gravedad de los síntomas se desconoce, aunque se han planteado algunas hipótesis: la intensidad del proceso inflamatorio inicial, la extensión de la lesión articular, la gestación de procesos autoinmunes (5) y, algunos se han aproximado a sugerir patrones de expresión celular. Para citar un ejemplo, se ha sugerido que productos derivados de macrófagos, tales como factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), interferón gamma (IFN-Y) y proteína quimioatrayente de macrófagos-l (MCP-I ), pueden desempeñar papeles importantes en el daño articular (6). Campo de creciente investigación, si consideramos la posibilidad de prevenir o controlar su presentación.
Diversos reportes han evaluado la asociación entre la infección por CHIKV y la presencia de un sub-grupo de población que cumplen con los criterios definitorios de AR, aunque los resultados no han sido del todo concluyentes. Por lo tanto, es natural considerar un aumento AR postchikungunya que no debe pasarse por alto. Los médicos y las autoridades de salud pública deben estructurar una respuesta para esta clase de pacientes. Un ejemplo de ello, fue el incremento de consulta en al área de reumatología en nuestro país posterior a la epidemia de CHIKV, donde muchos de los pacientes llegaron de forma dispersa, no dirigida ni acompañada a los sistemas de salud de ciudades de alta prevalencia, como Cúcuta, Neiva, Barranquilla y Bucaramanga. Es necesario aproximarnos a esta realidad a nivel local, que permitan afianzar directrices detalladas para el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes con artritis reumatoide crónica.
Estamos entonces ante la presencia de una enfermedad que se comportó con características endémicas, de reciente ingreso al territorio nacional y cuyo comportamiento en la fase crónica está aún por dilucidarse, En este sentido, la persistencia de manifestaciones de origen reumatológico es un hallazgo que se evidenció a nivel local (Estudio CHIKV — Fase I), y que partiendo de los reportes de la literatura, pueden comprometer un número importante de pacientes. Se torna por lo tanto pertinente, aportar a la caracterización clínica, ecográfica e inmunológica realizada en esa primera fase, y profundizar en las características inmuno-patológicas del CHIKV, explorando las poblaciones de linfocitos T y B y su relación con marcadores serológicos y genéticos en pacientes con manifestaciones crónicas por CHIKV, comparados con individuos sanos y estimar similitudes y diferencias con el perfil inmunológico conocido en AR*
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia ante la llegada del CHIKV se esperaba una fuerte reacción, no solo porque cuenta con 958 municipios con temperatura óptima para que viva el vector que lo transmite, sino debido a que la población nunca había estado expuesta a ese virus. Predicción que se cumplió. Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS) facilitados por la Defensoría del Pueblo, en Colombia a diciembre de 2014 se habían registrado casi 70.000 casos de personas infectadas con el CHIKV desde el mes de julio, cuando se confirmó el primer infectado en el país (1). Conforme avanzó el virus, la tendencia hacia el aumento de los casos, a finales de 2015, se habían reportado aproximadamente 450.000 casos de Chikunguña de acuerdo al INS, de allí la preocupación entre la comunidad y autoridades de salud, por el impacto no sólo sub agudo, sino crónico de la entidad en el país.
Un número importante de pacientes comienza la fase crónica de la enfermedad entre 10-15 días después de la infección y en algunos de ellos puede durar hasta 3 años. Reportes aislados en pequeñas poblaciones y series de casos en áreas endémicas han identificados cepas del CHIKV inductoras de trastornos artríticos (CC). Este cuadro clínico se manifiesta en forma de poliartritis/poliartralgia persistente, acompañada de rigidez matutina, astenia, dolor y debilidad articular y muscular; siendo la principal manifestación la artritis. Un estudio de cohorte retrospectivo en 199 pacientes (2) describe una alta frecuencia de manifestaciones clínicas prolongadas post-infección por CHIKV, con impacto en la calidad de vida y el consumo de recursos sanitarios en comparación con la de una población no expuesta, más de 1 año post-infección (Pl). Otro estudio, con seguimiento hasta tres años Pl, evidencia discapacidad crónica articular hasta en el 55% de los pacientes a los 2 años de seguimiento, concluyendo que la discapacidad generada es similar a la de un paciente con Artritis Reumatoide (AR) (3). Otras investigaciones reportan un compromiso persistente en el 10% de los pacientes a 3 años Pl (4).
La causa fisiopatológica de la persistencia y gravedad de los síntomas se desconoce, aunque se han planteado algunas hipótesis: la intensidad del proceso inflamatorio inicial, la extensión de la lesión articular, la gestación de procesos autoinmunes (5) y, algunos se han aproximado a sugerir patrones de expresión celular. Para citar un ejemplo, se ha sugerido que productos derivados de macrófagos, tales como factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), interferón gamma (IFN-Y) y proteína quimioatrayente de macrófagos-l (MCP-I ), pueden desempeñar papeles importantes en el daño articular (6). Campo de creciente investigación, si consideramos la posibilidad de prevenir o controlar su presentación.
Diversos reportes han evaluado la asociación entre la infección por CHIKV y la presencia de un sub-grupo de población que cumplen con los criterios definitorios de AR, aunque los resultados no han sido del todo concluyentes. Por lo tanto, es natural considerar un aumento AR postchikungunya que no debe pasarse por alto. Los médicos y las autoridades de salud pública deben estructurar una respuesta para esta clase de pacientes. Un ejemplo de ello, fue el incremento de consulta en al área de reumatología en nuestro país posterior a la epidemia de CHIKV, donde muchos de los pacientes llegaron de forma dispersa, no dirigida ni acompañada a los sistemas de salud de ciudades de alta prevalencia, como Cúcuta, Neiva, Barranquilla y Bucaramanga. Es necesario aproximarnos a esta realidad a nivel local, que permitan afianzar directrices detalladas para el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes con artritis reumatoide crónica.
Estamos entonces ante la presencia de una enfermedad que se comportó con características endémicas, de reciente ingreso al territorio nacional y cuyo comportamiento en la fase crónica está aún por dilucidarse, En este sentido, la persistencia de manifestaciones de origen reumatológico es un hallazgo que se evidenció a nivel local (Estudio CHIKV — Fase I), y que partiendo de los reportes de la literatura, pueden comprometer un número importante de pacientes. Se torna por lo tanto pertinente, aportar a la caracterización clínica, ecográfica e inmunológica realizada en esa primera fase, y profundizar en las características inmuno-patológicas del CHIKV, explorando las poblaciones de linfocitos T y B y su relación con marcadores serológicos y genéticos en pacientes con manifestaciones crónicas por CHIKV, comparados con individuos sanos y estimar similitudes y diferencias con el perfil inmunológico conocido en AR*
Objetivo General
Evaluar las similitudes y diferencias entre el perfil inmune de pacientes con enfermedad crónica por CHIKV y un referente poblacional de Artritis Reumatoide.
Objetivos Específicos
- Caracterizar los pacientes con enfermedad crónica por CHIKV con respecto a biomarcadores definitorios de artritis reumatoide (anti-CCP, FR, VSG y PCR) y el grupo de alelos de riesgo HLA-DRBI (*0401, *0404, *01015 *0102, *0405, *0408, *1001, *1402).
- Evaluar si existe una correlación entre el patrón inmunológico (tipificación de células mononucleares de sangre periférica & mediadores inflamatorios), el genotipo HLA-DRBI y los niveles de anticuerpos anti-CCP en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV.
-Describir si existen diferencias entre las subpoblaciones de Linfocitos T o B y mediadores inflamatorios (11.6, IL8, TNF y GM-CSF) entre pacientes con enfermedad crónica por CHIKV, individuos sanos y un perfil inmunológico conocido de artritis reumatoide.
-Evaluar si existe similitudes o diferencias entre el patrón inmunológico (Linfocitos T, Linfocitos B y mediadores inflamatorios), el genotipo HLA-DRBI y los niveles de anticuerpos anti-CCP en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV y un perfil inmunológico conocido de artritis reumatoide.
-Analizar si existe alguna correlación entre los parámetros evaluados (inmunológicos, serológicos y genéticos) y variables ecográficas en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV.
- Evaluar si existe una correlación entre el patrón inmunológico (tipificación de células mononucleares de sangre periférica & mediadores inflamatorios), el genotipo HLA-DRBI y los niveles de anticuerpos anti-CCP en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV.
-Describir si existen diferencias entre las subpoblaciones de Linfocitos T o B y mediadores inflamatorios (11.6, IL8, TNF y GM-CSF) entre pacientes con enfermedad crónica por CHIKV, individuos sanos y un perfil inmunológico conocido de artritis reumatoide.
-Evaluar si existe similitudes o diferencias entre el patrón inmunológico (Linfocitos T, Linfocitos B y mediadores inflamatorios), el genotipo HLA-DRBI y los niveles de anticuerpos anti-CCP en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV y un perfil inmunológico conocido de artritis reumatoide.
-Analizar si existe alguna correlación entre los parámetros evaluados (inmunológicos, serológicos y genéticos) y variables ecográficas en pacientes con enfermedad crónica por CHIKV.
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 25/01/18 → 30/12/20 |
Objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas
En 2015, los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron 17 Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Este proyecto contribuye al logro de los siguientes ODS:
Palabras clave
- pacientes
- enfermedad crónica
- artritis reumatoide
- inmunológicos
- Chikungunya
Enfoques Temáticos Institucionales
- Salud y bienestar
Líneas de Investigación UNAB
- Genética y biología Molecular de las enfermedades complejas
Estado
- En cierre
Objetivo Socioeconomico
- Salud