La gestión integral de los residuos sólidos es una problemática a nivel mundial ya que el consumismo
ha dejado malos hábitos impregnados en el estilo de vida, según el informe del Banco Mundial (2018) titulado What a Waste 2.0, en el mundo se generan anualmente 2010 millones de toneladas de desechos sólidos municipales, teniendo en cuenta que son directamente proporcionales al aumento de
las urbes debido al incremento constante de la población mundial.
La CEPAL (Mulder & Albaladejo, 2020), manifiesta que la economía circular se ha introducido en las
agendas de política pública y la actividad privada en varios países de América Latina y el Caribe y
enfatiza en “la necesidad de una mayor transversalización del comercio internacional en las estrategias nacionales de economía circular, y la importancia de la cooperación internacional y las alianzas entre sectores público y privado para la creación de escala y transferencia de conocimiento y tecnología, así como la necesidad de armonización de definiciones y normas”(p.9).
La ONU por su parte expresa que “frente a un modelo económico despilfarrador que conduce al cambio climático, la economía circular ofrece un modelo que preserva la naturaleza” (p.1). En este sentido, la economía circular aborda la causa de múltiples problemas entre los que se encuentra la eliminación
de residuos sólidos, transformando la forma en que los seres humanos “diseñamos, producimos y
consumimos”
En España, (Prieto-Sandoval, Jaca, & Ormazabal, 2017) muchos de los esfuerzos para solucionar los
problemas ambientales suelen reducirse a técnicas correctivas o end of pipe y a la modernización
tecnológica que puede comprar tiempo, pero no puede por sí misma comprar sostenibilidad” (p.86). Por ello, es relevante activar el paso hacia un modelo productivo que genere desarrollo económico y
social al tiempo que reduce la presión sobre el medio ambiente.
El panorama nacional, por otro lado, no es nada alentador, en Colombia según el informe de la
superintendencia de servicios públicos domiciliarios, en el 2017 se reportó un aprovechamiento del
1.49% de todos los residuos aprovechados en el país con 8015, 3 ton. En el 2019, se generaron
alrededor de 11,6 millones de toneladas de residuos sólidos al año y su cifra va en aumento, situación que no excluye al departamento de Santander que genera alrededor de 1,038.06 toneladas diarias es decir 378,891.9 toneladas al año, siendo el séptimo departamento a nivel nacional con mayor tasa de
generación de residuos sólidos municipales. A pesar de ser el tercer departamento que más realiza reciclaje en el país, muestra cifras insignificantes en comparación con los dos anteriores que serían Bogotá con un 83,9 % y Antioquia con 8,2 %. Así mismo, el marco normativo de aprovechamiento del servicio público de aseo alineado con la
estrategia nacional de economía circular, sustentado en la Política Nacional de Gestión Integral de
Residuos Sólidos, CONPES 3874 de 2016 y el Pacto por la Sostenibilidad del Plan Nacional de
Desarrollo 2018-2022 promueven entre sus objetivos reintroducir al sistema económico materiales que
se encuentren en los residuos sólidos no peligrosos, con el fin de utilizarlos nuevamente en la cadena
productiva, y a su vez, mitigar el desbordamiento de la capacidad de los sitios de disposición final.
Por otra parte, (Plan de Desarrollo del Departamento de Santander, Gobernación de Santander , 2020)
en su apartado Siempre ambiental y sostenible. expresa que:
El tema de economía circular es un tema emergente […] Dentro de la mesa de trabajo de Santander
Competitivo se puede trabajar una línea de economía circular y crear los espacios para alianzas
entre industriales que fomenten el aprovechamiento de los residuos, empaques diseñados para
otra vida útil, certificaciones ambientales y de calidad por la recuperación y utilización de materiales en otros sectores (p. 343).
La educación ambiental en Santander se encuentra desarticulada dejando islas entre el estado, el sector privado, la academia y la comunidad, es por esto, por lo que se requiere establecer estrategias conjuntas aunando esfuerzos técnicos, administrativos y operacionales que se direccionen en el desarrollo de modelos pedagógicos y que a su vez fortalezcan la sensibilización ciudadana y el fomento
de buenos hábitos.
En (Area Metropolitana de Bucaramanga, ONUT HABITAT, 2016) el plan integral de desarrollo se manifiesta que “la gestión ambiental urbana contempla el mejoramiento del estado de calidad del recurso hídrico y del aire, la disminución en la generación de residuos sólidos y el mejoramiento de los niveles de aprovechamiento” (p.66).
En este sentido, el Plan de Desarrollo (Universidad Autónoma de Bucaramanga-UNAB, 2019) en el
reto estratégico “Eres Compromiso, refiere la responsabilidad social Universitaria y en ella plantea:
contribuir de manera activa y voluntaria al desarrollo sostenible del entorno, a través del trabajo
colectivo con sus grupos de interés y alineada con su filosofía y principios rectores. La
Responsabilidad Social Universitaria es uno de nuestros grandes desafíos. En estos 6 años nos
enfocaremos en programas alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de modo que se realicen por lo menos tres nuevos proyectos que contribuyan a lograr estos objetivos.
Así mismo, el PEI manifiesta que, en su formación integral el ciudadano UNAB “se identifica en el
desarrollo armónico de las dimensiones personales, en la utilización de los conocimientos y prácticas innovadoras de sus intervenciones profesionales y en sus relaciones comprometidas y éticas con el
desarrollo sostenible” (p,28).
Para el cumplimiento de lo anterior, es indispensable la participación ciudadana en los procesos de
gestión integral de residuos. Dicha participación radica en la implementación de estrategias de
educación ambiental que promuevan la clasificación de residuos desde la fuente de generación, con el fin de crear una cultura y hábitos sostenibles. El proyecto busca por medio del manejo de residuos sólidos generar una economía circular, con la participación de todos los actores involucrados y con aportes al programa Licenciatura en Educación Infantil de la UNAB, que se beneficiará en la formación de estudiantes que pongan en práctica sus saberes no solo en su ambiente familiar, sino en la transmisión a los niños, a través de sus prácticas pedagógicas.
Por todo lo anterior, se formula la siguiente pregunta problema: ¿De qué manera un proyecto
enfocado en la gestión integral de los residuos sólidos mejora el manejo de la separación en la fuente basado en la estrategia de economía circular?