El mercado petrolero internacional en la última década ha estado marcado por grandes
fenómenos coyunturales. En materia de precios este fenómeno se debió principalmente en
2008 a la crisis financiera y recientemente al incremento de la oferta de petróleo originado
por el desarrollo de recursos no convencionales e intensificación de la tecnología para la
extracción de petróleo principalmente en Estados Unidos y Canadá. Ante la situación actual,
la Organización de Países Exportadores (OPEP) inicialmente decidió mantener el
pulso a los Estados Unidos y no reducir los niveles de producción ocasionando así un
aumento de la oferta y una caída estrepitosa de los precios del petróleo durante el año
2014 y 2015 (Reina & Macías, 2015). Sin embargo tras muchas reuniones a finales de 2016
los miembros de la OPEP acordaron disminuir la producción de barriles diarios con el
objetivo de estabilizar el precio del petróleo que sufrió una fuerte caída de más del 70%
desde el año 2014, siendo esté el primer intento, en últimos ocho años, para congelar la
producción de crudo.
Sin lugar a dudas, el 2014 será recordado como el año que se caracterizó por una serie de
factores externos e internos que cambiaron el rumbo de la industria de los hidrocarburos,
tras haberse mantenido estable el precio en cotas históricamente elevadas
aproximadamente durante cuatro años, el precio del barril de petróleo entre el 2014 y
2015 ha caído a niveles de 2009. El mundo experimentó uno de los desplomes más
importantes en los precios del petróleo pasando de $107,93 US/b WTI en julio de 2014 a
46,58 US/b WTI en agosto del 2015 (EIA, 2015). Al mismo tiempo, se registró una
desaceleración de las economías de países clave para la demanda de hidrocarburos como
China y algunas naciones de Europa.
Las economías productoras de petróleo como Rusia, Venezuela, Arabia Saudí, Emiratos
Árabes y Ecuador entre otros, han sido las más afectadas con esta situación que observan
cómo vendiendo el mismo volumen de petróleo ingresan mucho menos dinero. Aunque no
todas se ven afectadas de la misma manera, países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes
podrían sobrevivir varios años con precios bajos, el ganador en esta guerra de precios será
aquel que puede soportar más el sufrimiento.
Colombia no ha sido ajena a esta coyuntura, la caída en los precios internacionales del
petróleo, sumado al estancamiento de la producción del mismo durante el 2014 ha
generado efectos negativos para las perspectivas económicas a corto y mediano plazo del sector.
En particular, existe preocupación sobre los efectos de la coyuntura petrolera, en
los ingresos del gobierno nacional, la tasa de cambio, el recorte de presupuesto de la
inversión extranjera directa (IED) y las perspectivas de crecimiento de la economía en los
próximos años. Para el 2014 las exportaciones de petróleo representaron el 53% y la IED el
29,3% del total del país, sin olvidar que aproximadamente la quinta parte de los ingresos
corrientes del gobierno nacional provenían del sector.
A nivel regional Santander se sitúa como la tercera entidad territorial del país con mayor
relevancia petrolera en el departamento, el sector que mayor participación tiene en el PIB
es la industria petrolera, alrededor del petróleo se desarrolló se ha toda una cadena
productiva con diferentes instituciones y empresas especializadas que se han visto
seriamente afectados con esta problemática por ejemplo los contratistas de las empresas
petroleras han tenido recortar internamente sus procesos, finalizar y/o re negociar
contratos (Cámara directa, 2014).
Es necesario analizar los efectos de la coyuntura de los precios del petróleo que responden
a un “juego de oferta y demanda” impactando considerablemente sobre los resultados de
las empresas de petróleo en Colombia, debido a que estas han declarado desde hace varios
meses las dificultades que enfrentan en la nueva coyuntura de precios para desarrollar
nuevas actividades de exploración. El gobierno, a través de la Agencia Nacional de
Hidrocarburos (ANH) y el Ministerio de Minas y Energía (MinMinas), ha adoptado medidas
destinadas a permitirle al sector privado acoplarse a este nuevo entorno de precios bajos y
a buscar atenuar la caída en los niveles de exploración (Reina, M., & Macías, S. 2015).
No obstante, las empresas privadas también deben ajustarse a las nuevas condiciones del
entorno, llegó el tiempo de un cambio de paradigma para el sector, las mejoras en la
eficiencia, la productividad y la disminución en costos se hacen urgentes para los
productores que deseen mantenerse en el mercado, debido a que durante más de una
década el sector petrolero disfruto de una fuerte bonanza donde algunas empresas presentaron
un incremento de los costos en toda la cadena de valor y en un cierto
estancamiento de los adelantos productivos.
Así por ejemplo la principal empresa de petróleos del país “Ecopetrol” ha visto afectados
sus niveles de competitividad, eficiencia, productividad y rentabilidad debido a los altos
costos de producción y la disminución de los ingresos. Según datos extraídos de los
resultados de la empresa Ecopetrol entre el primer y segundo semestre del año 2014 y
2015, los ingresos por ventas disminuyeron un 31,6% en el primer trimestre del 2015
respecto al mismo periodo del año anterior, es decir pasaron de COL$17,97 billones a
COL$12,30 billones, una reducción aproximada de COL$5,76 billones. En el segundo
trimestre los resultados no fueron muy alentadores las ventas disminuyeron un 17,3%
respecto al mismo periodo del año anterior, es decir pasaron de COL$16,93 billones a
COL$14,00 billones (Ecopetrol, 2015a, 2015b).
Debido a esto Ecopetrol el pasado 26 de mayo reveló al mercado la nueva estrategia 2015-
2020 orientada a ser más eficiente y productiva la empresa, mediante crecimiento rentable
en exploración y producción y a la maximización de la eficiencia en transporte y refinación.
La estrategia prioriza valor sobre volumen, con énfasis en disciplina financiera,
racionalización de inversiones y desinversión en activos no estratégicos. Adicionalmente,
contempla transformaciones profundas al interior de la empresa, tanto en los segmentos
de negocio, como en gestión de proyectos, tecnología, relacionamiento con el entorno y
gestión del portafolio de inversiones (Ecopetrol, 2015a, 2015b).
En el caso de Pacific Rubiales según el informe del primer trimestre del 2015 los ingresos
del trimestre fueron de $800 millones, que significaron un descenso del 19% en
comparación con lo registrado durante el cuarto trimestre de 2014, debido a la reducción
de los precios internacionales del petróleo, al igual que Ecopetrol la estrategia ha sido
reducciones continuas y significativas de los costos operativos.
Es necesario afrontar los tiempos de cambio del mercado petrolero que suponen un
importante reto para las empresas de petróleo en Colombia que están obligadas a mejorar
la eficiencia y la productividad, por lo tanto en estos momentos es muy importante dar
respuesta a las siguientes preguntas de investigación.
- ¿Cuál es el impacto de la coyuntura petrolera sobre la eficiencia y la productividad
de las empresas del sector petrolero en Colombia?
- ¿Cuáles son los factores internos y externos que afectan significativamente los
resultados de las empresas del sector petrolero en Colombia?
Para dar respuesta a esta pregunta el propósito del proyecto es evaluar el efecto de la
coyuntura petrolera sobre la eficiencia y la productividad de las empresas del sector
petrolero en Colombia.