Diferentes investigaciones han destacado los beneficios que puede generar la igualdad de
género desde el punto de vista económico, social y ambiental. Entre estos beneficios se
incluye una mayor probabilidad de invertir recursos públicos en la salud infantil, la nutrición
y el acceso al empleo (Chattopadhyay y Duflo, 2004), mayor contribución al logro de la
seguridad alimentaria y los medios de vida sostenibles (Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación, 2011), y el aseguramiento de servicios vitales como el
agua, el saneamiento y la energía (ONU Mujeres, 2014).
Además de los beneficios que trae la igualdad de género, esta, se ha vuelto un imperativo
moral y ético (ONU Mujeres, 2014) que ha quedado inscrito dentro de los objetivos de
desarrollo sostenible (ONU, 2015). Su plena consecución implica que la misma se alcance
en diferentes ámbitos. Así, la igualdad de género en el campo educativo es fundamental pues esta puede tener efectos importantes sobre la igualdad en el empleo, la salud y la
nutrición.
Sin embargo, algunos estudios (Hyde y Linn, 1986; Goldin, 1994; Hausmann, Tyson y Zahidi,
2008) resaltan diferencias de género en los resultados de pruebas de aprendizaje. La idea
de que los hombres rinden mejor que las mujeres en matemáticas ha sido predominante
(Wilder y Powell, 1989; Willingham y Cole; 1997; Fryer y Levitt, 2010; OECD, 2015). Esta
diferencia no tendría mayor importancia si no fuera por su estrecha relación con las
diferencias de género en elección ocupacional y salarios (Paglin y Rufolo, 1990) y con el
hecho de que las mujeres aún se encuentran poco representadas, en la mayoría de países
industrializados, en disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas
(Peri y Anelli, 2012; Cecci y Williams 2007).
Según los resultados de las pruebas PISA, en 2015, Colombia ocupó el puesto 19 respecto a
la brecha de género, a favor de los hombres, en los resultados de matemáticas; mientras
que el índice global de brecha de género1 de 2018 (Foro Económico Mundial, 2018) lo ubicó
en el lugar 40, entre 149 países, dónde en los primeros lugares están los países con mayores
niveles de igualdad de género. Esto demuestra que aún queda mucho por mejorar respecto
a la igualdad de género en el país.
Por ello resulta valioso cuantificar y caracterizar la brecha de género en matemáticas para
estudiantes de educación media y poder comprobar si su paso por la educación superior
contribuye a transformar su magnitud y características. Esta información se traducirá en un
significativo insumo para la toma de decisiones de política educativa e incluso de política
laboral en Colombia.
Analizar la magnitud y las características de la brecha de género en matemáticas, a partir de exámenes estandarizados, para estudiantes de educación media y superior en Colombia para
establecer sus diferencias y similitudes.
- Establecer la magnitud y las características de la brecha de género en matemáticas para estudiantes de educación media en Colombia.
- Determinar la magnitud y las características de la brecha de género en matemáticas para estudiantes de educación superior en Colombia.
- Comparar la magnitud y las características de la brecha de género en matemáticas de la educación media y superior para definir si existen diferencias significativas.